clausura de los XVI Juegos Panamericanos que se realiza en el estadio
Omnilfe de Guadalajara, México / Foto: EFE/Mario Castillo
AFP / Guadalajara, Jal.
Guadalajara no dejó espacio a la tristeza en el adiós a sus Juegos Panamericanos con una colorida fiesta la noche del domingo en la que se agradeció el esfuerzo de los 6.003 atletas, se bailó al ritmo de Ricky Martin y se pasó el testigo a Toronto-2015.
"Felicitaciones por los mejores Juegos Panamericanos de la historia", agradeció cortés el mexicano Mario Vázquez Raña, presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), antes de clausurar la justa.
Los Panamericanos de Guadalajara, que llegaron a estar en duda por problemas con las obras, concluyeron sin que se registraran incidentes destacables ni problemas de seguridad, en un periodo en el que México ha recibido la atención mundial por sus terribles episodios de violencia.
"El México que han visto es el que queremos los mexicanos", recalcó Emilio González, que espetó a sus ciudadanos que "ahora vamos por las Olimpiadas".
Antes de que eso suceda llegarán en 2015 los próximos Juegos Panamericanos de Toronto, cuyo alcalde, Rob Ford, recibió la bandera panamericana de su homólogo de Guadalajara, Jorge Sandoval.
El espectáculo arrancó con la entonación a capela del himno nacional mexicano a cargo de la cantante local Ely Guerra y un video con los momentos más emotivos de la gran cita deportiva de las Américas.
Los 50.000 espectadores pasaron de aplaudir a las imágenes a ovacionar a sus protagonistas, los atletas de los 42 países participantes que saltaron a la pista del estadio Omnilife para empezar la fiesta.
Lejos de la solemnidad de la inauguración, algunos deportistas desfilaron con sombreros charros, otros con máscaras de luchador y muchos registrando el momento con las ya inevitables cámaras de video.
En los discursos de Vázquez Raña y Emilio González, gobernador del estado de Jalisco, cuya capital es Guadalajara, se repitieron las felicitaciones a los entusiastas voluntarios y a todos que colaboraron en estos 17 intensos días de competencias.
Toronto protagonizó un breve espectáculo en el que se homenajeó a las mariposas monarcas, en continuo viaje migratorio entre Canadá y México, como metáfora de la entrega del testigo panamericano.
Para entonces los atletas se removían en sus asientos y saltaron a bailar nada más escuchar el primer acorde del grupo de pop mexicano Camila, al que después se unió la estadounidense Colbie Caillat.
Después llegó el reggae de The Wailers, la exbanda de Bob Marley, el 'Color Esperanza' del argentino Diego Torres y la energía de Ricky Martin , que cerró con un repertorio de sus grandes éxitos mezclado con espectaculares fuegos de artificio.
Alcanzada la meta de sus Panamericanos, en Guadalajara empezaron a asomar las lágrimas pero también las primeras ilusiones del sueño olímpico.
http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2290059.htm
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