septiembre 13, 2010

Diego Torres. Sensible, cálido y divertido

Es el cantante pop argentino más exitoso, pero su actitud dista bastante de la de una estrella inaccesible. Cálido y verborrágico, se ilusiona por el reencuentro con el público local el próximo 2 de octubre en la presentación oficial de Distinto, su último cd. Aún atravesando el duelo por la muerte de su padre abre su corazón y habla de su relación con la modelo Débora Bello y del rol primordial que ocupa ella en este momento de su vida.

Diego Torres. Nuestro hombre de la semana / Foto: Universal Music

Texto: Luján Araujo
“Gracias a todos por los mensajes. Papá descansa en PAZ después de haber sufrido mucho. El tiempo me ayudará a salir adelante”, escribió Diego Torres en su Twitter pocas horas después de recibir la noticia. Lole Caccia -tal como le decían con cariño- falleció el domingo 22 de agosto tras varios meses de estar delicado de salud. Haciendo gala de su profesionalismo, a menos de una semana después de la muerte del padre, el cantante tomó un avión rumbo a Puerto Rico para cumplir con un show previsto con anterioridad y ofreció luego su primer recital en el Madison Square Garden de Nueva York junto a la brasilera Ivete Sangalo.
De todos modos ahora sus energías están puestas en el reencuentro con su público argentino luego de 4 años de ausencia, el próximo 2 de octubre en GEBA, en un show que marcará el inicio de la gira - presentación de su último disco, Distinto. “Naturalmente nace en mí la necesidad de buscar un sendero que mire hacia adelante. Es una filosofía que me quedó de cuando jugaba al rugby en mi adolescencia”, afirma sin dejos de melancolía.
-Que hayas bautizado de esa manera a tu disco, ¿marca un cambio en vos?
-Sí. Hubo una necesidad personal de renovarme, de reinventarme un poco, de no quedarme quieto en un lugar donde me fue bien. Quise seguir en la búsqueda, madurar.
-En la dedicatoria le agradecés a tu mamá, Lolita Torres, y decís que seguís aprendiendo de ella todos los días. ¿A qué te referís?
-Cuando uno crece va sacando conclusiones, que no son otra cosa que enseñanzas. Mi mamá era muy Kung-Fu (N de R: el personaje de la serie que protagonizaba David Carradine), una mujer de pocas palabras, pero muy profundas. Con una frase decía un montón de cosas. En su momento no las captaba, pero con el tiempo sí. Mi mamá era muy observadora y sacaba una resonancia magnética de las personas, en lugar de una simple radiografía (risas).
-¿Te ves parecido a tus padres?
-De ella heredé esa capacidad analítica. De mi viejo, el carácter, que era puro temperamento, puro carisma.
-En marzo del año que viene cumplís 40 años. ¿Te despierta alguna crisis esa edad?
-No. Los años sirven para ver las cosas con mejor perspectiva. Entiendo mejor por dónde van las reglas de juego y me siento cómodo en el lugar que ocupo. Además ahora me tomo todo con más tranquilidad y puedo hacer una pausa para razonar.
-¿De chico pensabas que ya ibas a ser papá a esta altura?
-¡Eh!... es que no recuerdo cómo me imaginaba que iba a ser. Ahora, todavía no me lo planteo. En un futuro los hijos van a llegar. Estoy con tanto viaje, yendo y viniendo, que no sé si es el momento. Todo llegará a su tiempo.
-¿Con qué cosas sueñas?
-Con seguir teniendo salud, que mi gente esté sana, disfrutar de ellos y salir adelante. Viví mucho tiempo preocupado, pensando en lo que podía pasarle a mis seres queridos y poniéndole mucha energía a eso. Siento que perdí con esa actitud. Ahora vivo día a día.
-En las últimas semanas hubo versiones de que te habías peleado con tu novia, Débora Bello. ¿Son ciertas?
-¡No! Me resulta muy graciosa la situación. Siempre inventan rumores de separación y nada de eso es cierto. Somos una pareja tranquila, con perfil muy bajo y, al parecer, a algunos les cuesta comprender que no nos expongamos. Yo soy una persona reservada. Y por lo general suelen publicar lo contrario de lo que está pasando en mi vida. Como por ejemplo lo de esta chica Daniela (N. de R.: ex integrante de Las Primas y cantante de los '90), que salió a inventar una relación conmigo. A Débora y a mí nos da gracia aunque no resiste el más mínimo análisis.
-¿Cómo es tu vida cuando estás en Buenos Aires?
-Somos como cualquier otra pareja. Yo por mi lado organizo partiditos de fútbol con mis amigos, me junto con conocidos y me gusta pasar todos los días por la panadería a tomarme unos mates con las chicas que trabajan ahí. Con Débora vamos al cine, a comer y a tomar algo a lugares tranquilos. Nadie se me tira encima ni necesito guardaespaldas ni disfrazarme para salir a la calle. Con el tiempo la gente entendió cómo relacionarse conmigo. La histeria no me va. Hace mucho dejé de ser el actorcito que cantaba.
-¿Tienen planes de casamiento?
-No. Y si los tuviera tampoco lo contaría (risas).
-¿Débora te acompaña en las giras?
-Por lo general sí, siempre y cuando su agenda laboral lo permita. Yo también he viajado por trabajos de ella. Somos muy compañeros, mucho más de lo que la gente puede pensar o imaginar.
-¿Le dedicaste algún tema en particular de este último disco?
-Siempre hay temas para mi chica y ella lo sabe. Es la única que lo tiene que saber, Es lo más importante en mi vida. En esta etapa que vivimos juntos entiende muy bien mi profesión, se alegra con mis alegrías y yo con las suyas.
-¿Qué estás dispuesto a hacer por ella?
-Y... si tengo que hacerle de remisero, acompañarla y esperarla, lo hago con gusto. Ella se merece todo. En momentos difíciles, como los de ahora o los del 2008 con problemas graves de salud de mi papá, fue un pilar para mí. Estuvo ahí siempre. Estoy muy agradecido de tenerla a mí lado.

http://www.revista-luz.com.ar/ed_0283/nota3.php

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