Se presume distinto, al punto que nombró así su nuevo CD. Lo cierto es que Diego Torres está abierto a debatir qué es lo que nunca estaría dispuesto a cambiar
Lina Holtzman Warszawsky / Revista Glow!
Sí, oficialmente es distinto, pero siento que en muchos aspectos Diego Torres sigue siendo igual al músico de larga melena que conocí hace una década. “Uf, tantos recuerdos de aquellos primeros viajes a México –dice tras un gran suspiro–. La carrera se va construyendo con el tiempo. Cuando la comienzas de muy joven, muchas cosas no las comprendes y tampoco las cuestionas. Con los años se profundiza la visión de este trabajo”.
Por eso hoy, mucho más que ayer, las respuestas a dichas preguntas lo llevan a reconocer lo maravilloso de poder viajar gracias a su música. “Es un gran esfuerzo, pero cuando se valora lo que hago, disfruto la vida de tal manera que me lleno de energía. Eso me permite hacer maletas, despedirme de mi familia y estar lejos de ella por un tiempo.”
Es el momento adecuado para introducir el término “privilegio”. Diego lo domina, porque no sólo hace lo que quiere, sino que está con quien quiere. “Sí, soy muy familiar y, bueno, como mi papá está con problemas de salud, tuve que parar un poquito la agenda de trabajo y estar ahí cerca, acompañarlo durante su recuperación. Gracias a Dios tengo muchos hermanos, y ellos también están muy presentes. Eso ayuda, ¿no?”
Glow!: Otra cosa que ayuda es el sentido del humor.
Diego Torres: Es verdad. Para mí es muy importante, no nada más en mi vida, cuando estoy con mis amigos o con mi familia, sino cuando me subo al escenario; no hay que cantar solamente, hay que compartir y entretener.
Glow!: ¡Y vaya que lo haces!, pero no puedo dejar de lado el hecho de que muchas de tus canciones no nos hacen reír, sino reflexionar.
Diego Torres: A mí me pasa lo mismo con piezas de otros artistas a los que les soy fiel y cuyos discos siempre compro, porque sé que van a entregar algo interesante. Me gusta darme el tiempo de escuchar la música de otros, dejar que se vaya metiendo en la piel, apreciar los arreglos, la poesía… De esa manera, las canciones se van asociando a ciertos momentos, y de eso se trata, de acompañar la vida de mucha gente.
Glow!: Te voy a pedir que me digas “la neta”, como decimos en México: ¿Te es fácil ir al ritmo de tus canciones, no musicalmente hablando, sino en el aspecto emocional? Te lo pregunto porque son canciones que nos invitan a cuestionar nuestras vidas.
Diego Torres: No, no es fácil. Por eso mis canciones no sólo reflejan esperanza y optimismo, porque soy una persona así; también reflejan nostalgia, conflicto, dolor, desencuentros afectivos, pérdidas… Lo cierto es que siempre intento encontrar el equilibrio.
Glow!: ¿Cómo es que resuelves todos esos conflictos?
Diego Torres: Con terapia, con amigos, con una buena mujer como compañera que me aconseja bien, con mis hermanos, con la gente que me quiere. De ahí nace, de hecho, el tema “Guapa”, porque los afectos son como ángeles. La incondicionalidad de esa gente me ayudó a superar un año realmente complicado (el 2008), en el que mi papá sufrió un ataque cerebro-vascular. También es importante que uno mismo sea su propio ángel, porque si uno no tiene el instinto de perseverancia, de salvación, no pasa nada. En principio, hay que quererse a uno mismo, acariciarse, decirse “te quiero” y cuando uno se equivoca, tener la capacidad de reconocerlo y cambiar de rumbo. Porque, de pronto, aunque tengamos años acumulados, seguimos siendo como chicos quienes, a pesar de que se les advierte no hacer algo, lo hacemos. Nadie hará por nosotros lo que está en nuestras manos, eso es un hecho.
Glow!: Compártenos una de esas experiencias.
Diego Torres: Una vez me ofrecieron participar en una película. En ese momento estaba muy fuerte un disco mío, y todos me aconsejaron no hacerla. A mí me interesó porque representaba un desafío. Además, mi personaje era un policía y, como mi padre era juez, me llamó mucho la atención. Para hacer el proyecto tuve que cortarme la melena y detener la gira dos meses para dedicarme a la filmación. El resultado fue un éxito total, que no hubiera disfrutado de haberle hecho caso a quienes me aconsejaron no hacer la película.
Glow!: Lo confirmo: hay que hacer más caso a nuestro instinto.
Diego Torres: En el arte hay que manejarse por impulsos. Por eso hay que estar pendiente de lo que dice el corazón. Yo soy de los que piensa que los artistas debemos correr riesgos. El hecho de que este álbum se llame Distinto, es porque busco renovarme. Es así, como dice el tango, “el que no arriesga, no gana”.
Glow!: Tú te arriesgas, pero sabes que tienes el talento para soportar lo que venga después.
Diego Torres: Hay que ser coherente con las decisiones que tomamos; hay que ser autocríticos, ya que eso te permite tener más certezas al momento de correr un riesgo.
Glow!: Como dijiste antes, somos nuestro propio ángel guardián.
Diego Torres: Todo comienza por uno mismo. Para mí, el primer paso al orden es aceptar que no lo tengo. Así nos recuperamos de lo que sea.
Glow!: ¿Te cuesta mucho trabajo decir: “No estoy bien”?
Diego Torres: Me lleva un tiempo, pero eventualmente pido ayuda.
Glow!: Para eso están los otros ángeles, como cantas en “Guapa”.
Diego Torres: Sí, totalmente. Para eso está la gente que te quiere, y hasta el terapeuta. Recuerda que vengo del país de la psicología: en Argentina se arregla todo con terapia.
Glow!: Aquí todo se quiere arreglar a golpes, por eso no se arregla nada.
Diego Torres: ¿Te soy sincero? Nada ni nadie tiene el poder de ayudarte, si tú no quieres hacerlo.
Glow!: ¿Eres rencoroso? Porque podemos cambiar ante ciertas circunstancias, sin cambiarlas a ellas.
Diego Torres: Todos tenemos nuestro orgullo, pero el mío aflora en pequeñas dosis.
Glow!: Tú tienes una ventaja, y es que una forma de sacar todo es a través de la composición. Tienes tu guitarra, tu palabra.
Diego Torres: Cierto. Nuestro trabajo es la suma de la sensibilidad y la creatividad. Nuestra visión, por eso, puede ser extrema en algunos momentos. Para mí eso es algo sagrado. Conlleva más vulnerabilidad y dolor; se sufre más, pero también se goza más. Como mi madre me decía: “La nuestra es una vida intensa, con lo bueno y malo que eso significa”.
Glow!: Mi papá tenía su versión al respecto: “Un corazón que late, me explicó hace mucho tiempo, sube y baja de intensidad. Una línea recta significa un corazón que ya no late”. La vida te pone a veces arriba, otras abajo, pero, al tenerla, podemos seguir haciendo camino.
Diego Torres: Coincido. La felicidad no es eterna, la tristeza tampoco. Hay que vivir cada uno de los ciclos de la vida y seguir adelante. Es algo natural.
Glow!: Tan natural como los desastres que nos están replanteando el respeto que le tenemos al mundo.
Diego Torres: La madre naturaleza se ha manifestado siempre. Los hombres nos creemos tan importantes que pensamos que, durante nuestra existencia, el mundo se tiene que acabar. Siempre ha habido volcanes en erupción y terremotos, y lo que tenemos que hacer es colaborar con quienes nos necesiten. Pero no es la naturaleza el enemigo del hombre, sino él mismo. El hombre puede ser su propio ángel, pero también su propio destructor.
Glow!: Y como dices en una de mis canciones favoritas: “En un segundo todo puede cambiar, en un segundo te puedes derrumbar y todo puede ser tan claro y tan oscuro”.
Estamos contigo, Diego
Al cierre de esta edición, nos enteramos del lamentable fallecimiento del señor Julio César Caccia, padre de Diego Torres. Nos unimos al dolor del artista y su familia por tan lamentable pérdida, y expresamos nuestras más sentidas condolencias.
Me gusto mucho eli! gracias!!
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