Shlomo Slutzky / Tel Aviv / Especial para Clarín
Cuando el lunes a la noche Diego Torres subió al escenario de la Sala de la Cultura de Tel Aviv, sabía que cumplió un sueño. Miles de personas no sólo lo aplaudieron al final de cada una de las canciones, sino que le acompañaron en la letra de los temas que conocían perfectamente, a pesar de los 14 mil kms. que los separan de la cuna de estas letras. Este es un sueño de Diego, en parte como confesara a Clarín-, en cumplimiento de otro sueño, de su madre, que sabía que tenía muchos veteranos admiradores entre los más de 80 mil inmigrantes argentinos en Israel, pero nunca logró llegar a la Tierra Prometida.
Fue también un sueño cumplido para Pablo Rozenberg, un conocido cantante israelí de origen argentino, que tradujera la canción La última noche, convirtiéndola en una de las más escuchadas en estos días en Israel, y la oportunidad de cantarla en castellano y en hebreo con el autor.
Pero quien verdaderamente logró cumplir su sueño de años fue Dana Rasier, hija de una pareja de mendocinos que emigró a Israel 20 años atrás. Dana se "enganchó" con la música de Diego y al término de su servicio militar obligatorio fue a la Argentina a visitar a su familia, pero fundamentalmente a verlo a Diego de cerca y sacarse una foto que pueda conservar para sí como recuerdo.
En la Argentina durante meses vio varios recitales de Diego, pero para la foto con él, tuvo que seguir soñando. "Nos escribió una carta tan emotiva, que nos enroló a todos a hacerle cumplir su sueño" dijo Fredy Ziskrot, que trajo a Torres a Israel y a Dana Raiser al encuentro con su ídolo. Tres sueños cumplidos en un espectáculo a todo aplauso en Tel Aviv.
http://www.boticadelespectaculo.com/2010/07/diego-torres-emociones-en-israel.html
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