Diego Torres, en una imagen promocional de su nuevo disco
Albert Domènech / Barcelona
Diego Torres es el nombre artístico del cantante y actor argentino Diego Antonio Caccia Torres, hijo de la popular actriz y cantante Lolita Torres. El artista de Buenos Aires se dio a conocer en nuestro país gracias al tema Color esperanza editado en 2001 en su disco Un mundo diferente y en un momento duro para Argentina. Tras cuatro años de silencio discográfico, Diego Torres acaba de publicar el octavo disco de su carrera, Distinto, un reto musical en el que se aleja del pop e introduce nuevas sonoridades como el rock, el hip hop, el country o el folk. Su reto, conseguir introducir sus nuevas canciones en España, donde de momento le pesa en exceso el éxito de su hijo más popular, Color esperanza. Él tiene esperanza y está convencido de conseguirlo.
-Distinto, con una sola palabra ya deja claro cuáles son las intenciones de cara a su nuevo disco. ¿Es la línea profesional que va a seguir a partir de ahora?
-Un artista necesita renovarse, quería tomarme tiempo para hacer un disco distinto, con otra dirección artística. Creo que los artistas no nos tenemos que quedar cómodos en un lugar, sino asumir desafíos, y después de tantos años de no sacar disco ahora me parecía un buen momento para darle a la gente algo nuevo.
-Se acerca mucho más al rock, siguiendo la línea de otros compatriotas suyos como Calamaro o Ariel Rot, odiosas comparaciones...
-Sí, es un poquito más rockero, más anglosajón, por así decirlo, pero después también hay dos canciones que tienen un aire hip hop, dónde colaboran la Mala Rodríguez y Yotuel del grupo Orishas. Hay una canción, que se llama Bendito, que tiene un aire country y folk, así que hay sonidos nuevos en este disco.
-Ha estado cuatro años sin sacar disco, que esto tal y como está ahora la música es una eternidad. ¿La demora es porque quería que el cambio fuera radical y se notara o es que tenía ganas de desconectar?
-Fue un poco de todo, mis discos siempre salen cada dos años o dos años y medio porque siempre hay una gira extensa de un año. Terminé la gira del disco anterior en 2008 y arranqué a hacer este disco pero mi padre tuvo unos problemas de salud y todo esto me demoró un poco. También por un tema de compañía, ya que este es el primer disco que hago para Universal, y es lo que ha hecho que se incrementara un poco este espacio.
-¿El cambio de sonoridad que experimenta con este nuevo disco puede ayudarle de cara a la expansión musical que me consta que quiere hacer más allá del charco?
-No sé si ayuda, simplemente es un momento mío artístico y creo que responde a un único compromiso de hacer cosas nuevas, nada más.
-En su primer sencillo, Guapa, habla del que sería nuestro ángel de la guarda interior. ¿Se ha encontrado con muchas situaciones en las que ha necesitado de ese ángel?
-Sí, sí, lógicamente en momentos en los que la vida se pone difícil uno necesita del ángel de la guarda que son los afectos, y que nos ayudan a enderezar la vida cuando está complicada. Uno mismo también puede ser un ángel de la guarda si sabe escucharse. Lo que hicimos fue trasladar eso en el videoclip para que la gente entendiera más claramente la letra de esta canción.
-¿Musicalmente también se ha llegado a sentir perdido?
-Uno necesita buscar horizontes, darle tiempo, madurar y buscar nuevas propuestas y es por eso que quería darme tiempo sabiendo que con claridad iba a tomar decisiones y ese camino y ese rumbo iban a aparecer.
-Deduzco que todos tenemos ese ángel en nuestro interior...
-Sí, lo que pasa es que a veces hay que despertarlo y responder ante ese estímulo. Creo que hay artistas que se animan a correr más desafíos que otros, ya que hay muchos que deciden quedarse clavados en un mismo lugar. Yo soy de los que quiero correr riesgos y entonces respondo ante estas inquietudes.
-Lleva editados ocho discos. ¿Cómo se estimula un artista que ya tiene un recorrido y una trayectoria tan dilatada?
-Creo que siempre he ido mutando a través de los discos, en cada disco hubo como un cambio o un paso. Los últimos no suenan igual a los primeros y uno va aprendiendo de la experiencia de hacer discos, también de sus errores.
-Musicalmente hablando, ¿hay algún estilo en lo que ya no desea moverse y puede permitirse el lujo de hacerlo?
-No, lo que no quiero es repetirme, no soy un artista que busca la misma fórmula cuando le ha resultado buena una canción, al contrario, siempre busco dentro de mi sonido y de mi manera de componer, renovarme para mostrarme de forma diferente a la gente.
-Y en la mayoría de ellos trata de difundir un mensaje esperanzador...
-Bueno, hay de todo, en mi disco hay canciones muy tristes y nostálgicas, lo que pasa es que la canción Color esperanza tuvo tanta repercusión que quizás sí que es cierto que se me asocia más con esta imagen que tu comentas.
-Hay artistas que cuando tienen un éxito tan sonado como el que logró usted con Color esperanza acaban aborreciendo la canción. No sé si este es su caso...
-Es muy particular, pero yo no compito conmigo mismo y disfruto, prefiero tener Color esperanza que no tenerla, y disfruto de mis canciones y de lo que provocan en la gente. Lo que sucede es que antes de Color esperanza hay otras canciones, como La última noche, y que acá fueron número uno en la radio y a lo mejor la gente no sabía quien la cantaba.
-Sí, pero si nos centramos en España, usted no logra darse a conocer hasta que su canción de la esperanza empieza a sonar, gracias en parte al programa de televisión Operación Triunfo. También debe ser duro o peculiar para un artista que lleva haciendo desde hace tiempo varios temas en su país...
-Todo ayuda, está claro, por eso fue tan importante para mí el disco Unplugged, que acá en España no se trabajó como se tendría que haber trabajado y en América fue un éxito enorme, con 800.000 copias vendidas. Para mí fue muy importante agarrar todas mis canciones y darles un sonido nuevo con nuevos arreglos para que la gente pudiera asociar mi nombre con muchas de mis canciones. Pienso que muchas veces es importante darle tiempo a las cosas.
-En su biografía oficial explica que no es hasta los 17 o 18 años que usted toma conciencia de la importancia que tiene la música en su vida, a pesar de vivir en el seno de una familia de músicos. ¡Y usted quería ser médico!
-Sí, porque mi hermano mayor es médico y crecí entre libros de medicina y era lo que me interesaba. Pero luego empecé a trabajar en la música, también como actor y así se dio todo, y rápidamente me vi inmerso en el mundo del espectáculo.
-En sus primeros pasos, ¿la influencia del éxito que tuvo su madre fue una presión añadida para usted?
-No porque yo era muy joven y no sentía la presión de tener el apellido que tenía mi madre, la verdad. Cuando era joven era bastante particular y alocado (Ríe).
-Antes de sacar su primer disco recibió varias ofertas importantes para ser actor. Y se decidió por la música, ¿qué le hizo tomar esa decisión?
-Hice mi primer disco como solista y sentí que tenía que salir de gira a tocar ese disco y ahí fue cuando me alejé un poco de la televisión, aunque sí que trabajé como actor en cine. Pienso que siempre he estado entre las dos profesiones, y amo a las dos por igual. Cuido mucho de ellas, y no quiero cansar a la gente con ninguna de las dos. Para mí son dos artes que están vinculados.
-No sé si tiene algún proyecto en España para hacer de actor...
-Me gustaría, la última película que hice tenía en el reparto a varios artistas españoles como Juan Diego o Juan Echanove, donde había capitales también españoles.
-¿Cómo ve el mercado musical español para abrirse camino?
-Está complicado como en todos los sitios. Por un lado hay una crisis, pero también creo que es un buen momento para la industria de la música. La tecnología da nuevos lugares y espacios para nuevos artistas y la música como contenido vale cada vez más.
http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20100628/53953204237/diego-torres-uno-mismo-puede-ser-un-angel-de-la-guarda-si-sabe-escucharse.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario