junio 04, 2010

El distinto equilibrio de Diego Torres

Con su nuevo CD, el cantautor argentino Diego Torres
regresa renovado tras una pausa creativa de cuatro años.
Foto: Cortesía de Universal Music

Sarah Moreno / Revista Viernes / El Nuevo Herald
En ese "yin y yang que es la vida", Diego Torres está pasando por un momento de equilibrio perfecto. A los 39 años, con su octavo disco, Distinto, el cantante argentino regresa renovado de una pausa creativa de cuatro años, que lo llevó a seguir el camino del rock en esta producción con la que también estrena casa disquera, Universal Music.
"Siempre he sido muy amplio a la hora de componer canciones y de fusionar estilos, y sentí una necesidad de renovarme y de buscar una dirección artística nueva", comenta el cantante en una habitación del hotel Mondrian de South Beach, en el que la alegre decoración --en tonos amarillo y negro y motivos eclécticos del diseñador holandés Marcel Wanders-- se aviene de maravillas con su ánimo.
Para Distinto, Diego ha logrado reunir una compañía excelente. En la composición de los temas contó con Gianmarco, Noel Schajris y Marcelo "Polaco" Wengrovski. En la interpretación, con las voces de la española Mala Rodríguez (Mirar atrás), el cubano Yotuel, de Orishas (Cuando no queda nada), y el norteamericano-argentino Kevin Johansen, que lo acompaña en Bendito, un tema con un arreglo country del productor del disco, Rafael Arcaute.
El primer single, Guapa, compuesto con Shajris y Luis Cardoso, se posicionó la semana pasada en primer lugar de los charts en Estados Unidos, y el disco se ubicó entre los 10 más vendidos. El tema, que no menciona en su letra la palabra "guapa", se refiere, según el cantante, a "un ángel de la guarda, que no es una persona con alas que viaja por encima de la ciudad, sino alguien más cotidiano, que puede ser tu amigo, tu ser querido --los que están o los que no están-- o hasta un perro".
Torres eligió contar esta historia --que en el video incluye la participación del actor Ricardo Darín-- desde el punto de vista del ángel. Este viene a despertar al protagonista, agobiado por "la presión y el estrés que proponen las grandes ciudades de hoy, a las cosas simples e importantes de la vida".
"No estoy diciendo que va a llegar un ángel y te va a salvar. Vas a tener que pegarte la cabeza contra la pared, vas a tener que llorar para luego entender", explica Torres, que pasó por un momento muy difícil en el 2002 con la muerte de su madre, la actriz y cantante Lolita Torres.
"Cuando te encuentras con ese tipo de cosas duras e intensas, como la muerte, sabes que la tenés que sufrir, que parir y que aceptar. De eso hablan las canciones [del disco]: de aprender a convivir con eso porque, como me dijo un amigo, la aceptación es el principio del entendimiento", resume, explicando a su vez que otro tema suyo que alcanzó una gran difusión internacional, Color esperanza (2001), lo mostró tal como es.
"Ante la adversidad sufro y me entristezco, pero siempre trato de pelear la vida, de ver una luz en el camino. Mis canciones hablan de cómo la vida tiene cosas buenas y malas, y uno trata de encontrar el equilibrio", señala.
Torres, que dice haberse entregado a "vivir este disco", también hizo de la guitarra acústica el instrumento protagonista. Esta dio un nuevo giro a sus composiciones, que anteriormente estuvieron marcadas por el sonido del piano.
"La guitarra acústica es una gran compañía porque la puedo llevar a cualquier lado. Ahora me siento muy cómodo con ella, si bien la sigo tocando mal pero le pongo muchas ganas", comenta, satisfecho de haber logrado "un retrato muy particular" en el tema Esto es lo que soy.
"Un amigo que es un creativo [de publicidad], a quien conozco desde el colegio, me dijo esta frase, que le permite a uno ponerse en un lugar y definirse. 'Esto es lo que soy, con lo bueno y lo malo, y no tengo problema en decirlo'", explica sobre la letra de la canción, que "después se puso en un arreglo supercrudo [más 'rockeado'], que me encantó porque tomó mucho más carácter y fuerza".
Para el cantante, este disco reafirma su deseo de cambio social. "Más allá de ser un cantor popular, un músico, no dejo de ser un ciudadano que habita esta Latinoamérica, con sus problemas y crisis, y que reclama una situación distinta", indica, especificando que le gustaría que "los políticos no busquen el poder por el poder en sí mismo, sino por el empeño de mejorar nuestras sociedades".
Torres, que se califica como "muy amiguero" por provenir de una familia de cinco hermanos --en la que es el más pequeño, y por lo tanto, el "cola de ratón"--, se reúne cada vez que puede con ellos para hacer un asado. Comparte su residencia, entre Buenos Aires y Miami, con su pareja desde hace seis años, la modelo y presentadora argentina Débora Bello.
"Miami es mi centro de operaciones. Aquí tengo mi casa, mi camioneta, mi moto, mis partidos de fútbol, mis amigos y mi jefe, que vive a 15 cuadras", resume sobre su vida en esta ciudad donde él puede ser "un poquito de cada país".

http://www.elnuevoherald.com/2010/06/04/734542/el-distinto-equilibrio-de-diego.html

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