octubre 09, 2010
Diego Torres, entre el amor y la muerte...
Santiago Estrella / Corresponsal en Buenos Aires / El Comercio.com (Ecuador)
Poco antes de dialogar con Diego Torres, el músico argentino que arrancará pronto la gira latinoamericana por su CD ‘Distinto’. Su disquera, Universal, le entrega el galardón de Platino Digital porque Guapa tuvo más de 20 000 descargas en Argentina.
Torres se ríe con EL COMERCIO porque en lugar de una placa podría ser un ‘pen drive’.
“Es muy loco, ¿no? Han cambiado las reglas de juego. Estoy tratando de meterme, de modernizarme. Yo soy de tener libros, discos o DVD. No quiero leer un libro por la palm, quiero tenerlo, verlo cómo envejece con uno. Me ‘amigué’ con el twitter, pero lo uso con mucha responsabilidad. En esta locura informativa, la que brindo por twitter es una información fidedigna. Si la gente quiere saber qué pienso, lo escribo ahí. Eso me parece importante en medio de tanto boludeo, que este dijo, que el otro dijo...”
¿Cómo enfrenta un artista el hecho de ser popular, llenar multitudes y, sin embargo, no dejarse vencer por el ego?
Creo que nunca perdí la noción de que primero soy una persona que después canta y que tiene la suerte de que haya mucha gente que lo escuche. Creo que me ayuda mucho mi educación, haber vivido con una madre que era artista (Lolita Torres), haber estado en sus giras. Soy un tipo que cuida mucho su autenticidad y los momentos que me hace feliz.
¿Y cuáles son esos momentos especiales?
Además de cantar, estar en el escenario y hacer mi música; me hace feliz mi familia, mi casa, mis amigos, salir a comprar el pan, ir a tomar la copa a un bar, jugar fútbol. Eso me mantiene en equilibrio.
En los conciertos se preocupa mucho por hacer humor, ¿por qué?
El humor es un punto de conexión muy importante. Tiene que haber una pequeña dosis en un concierto porque derriba fronteras. La risa afloja el alma y baja las defensas en el buen sentido.
Sin embargo, en algunos temas hay mucho dolor, mucha conexión con la muerte.
Es que estoy viniendo con la muerte muy cercana. Hace poco murió mi padre. Cuando está tan cerca la muerte se valora mucho más la vida. En tiempos de vulnerabilidad se piensan las cosas que a lo mejor en otro momento no.
Es, además, un dolor de orfandad...
Yo hablé con mi psicólogo y me dijo que no debía olvidar que siempre seremos hijos. Es inevitable que cuando se murió mi papá, la sensación de orfandad fue inevitable, de sentir que ya no está ahí arriba el jefe de la tribu. Siento como un astronauta que luego de abrir la nave le tiran al espacio.
¿Solo como un astronauta frente a la noche espacial?
Es una tontería lo que voy a contar. A los cinco días de lo que murió mi papá, tuve que tomar un avión para dar un concierto en Puerto Rico. Me olvidé todo, perdí todo. Sumado a la sensación de orfandad, me sentí como el astronauta: no tengo nada, me sentí desconectado. Venía quebrado por la situación. Con el tiempo uno se va acomodando. De verdad como la gente se alimenta de lo que yo canto, yo me animo de eso y sentir ese aluvión de energía, de alegría, de respeto, de buena vibra, ayudó mucho.
Lo curioso es que los músicos siempre cantan al dolor del amor, que parece a veces más fuerte que la muerte...
Es que todo tiene que ver con el amor. Cuando se llora a un ser querido, es amor. Y cuando llora por una mujer es amor. Cuando uno llora por un amigo, es amor.
Los temas de amor son a veces devastadores, pero en algunos artistas parecen unas paradojas: los músicos tienen mejor suerte que el común de los mortales...
Depende mucho de la personalidad. Hay gente que decide coleccionar mujeres y cuantas más sean, mejor. Yo soy muy romántico en ese sentido. La mujer tiene un valor muy grande en mi vida como espero que el hombre tenga un valor muy grande para la mujer... A lo mejor mis canciones reflejan la mirada del amor de un tipo que ha tenido grandes mujeres en la vida, que me han hecho bien y que espero que yo les haya hecho bien.
¿A eso responde este disco que es ‘Distinto’, enfrentándose a usted mismo, sin seguir la fórmula que ya le garantizaba el éxito?
El éxito es una consecuencia de lo que se hace. Pero primero uno tiene que amar y estar comprometido con tu arte. Yo quise hacer un disco con sonido diferente, reinventarme. Estoy disfrutando. Vender un disco más o menos, ganar un premio más o menos, no me importa.
Es un tema de honestidad, entonces...
Es fundamental la autenticidad. Si no lo soy conmigo no me puedo parar arriba del escenario ni cantarle al resto de la gente. Creo que eso la gente notó desde que fui joven. Lo que ven es lo que soy...
http://www.elcomercio.com/2010-10-09/Vida-Diaria/Entretenimiento/Noticias-Secundarias/EC101009P32DIEGOT.aspx
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